17 de enero de 2024
Las mejoras y las renovaciones en materia de eficiencia energética son clave.
Las oficinas y los hogares de hoy pueden ser muy complejos, teniendo en cuenta las diferentes instalaciones y sistemas que los forman: fontanería, electricidad, aislamiento, etc. Hay todo un mundo en lo que aparentemente parece una propiedad sencilla. Es por ello que muchas personas no saben cómo funcionan los edificios en los que viven o trabajan, simplemente esperan que funcionen de la forma que quieren.
Este nivel de complejidad se ha ido ampliando en las últimas décadas, con nuevas capas de tecnología y automatización que pueden hacer que la vida en el hogar y en el trabajo sea más cómoda y eficiente. Pero esta complejidad también conlleva un alto precio medioambiental. Según el Informe sobre la Situación Mundial de los Edificios y la Construcción de 2022 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el sector de la construcción representa el 34% de la demanda mundial de energía y el 37% de las emisiones relacionadas con la energía.